EN LA DESPEDIDA DE LOS ATLETAS
Minutos después de las 13, cuando estaba a punto de iniciarse la ceremonia de despedida de los deportistas argentinos que participarán en los Juegos, todos los que estaban en el amplio auditorio de Telecom clavaron la mirada en el pasillo central. De golpe, apareció un hombre calvo e increpó duramente al presidente del Comité Olímpico Argentino, Julio Cassanello, a quien acusó a los gritos de ser "un cómplice" de la dictadura militar.
Fue un instante de alta tensión. El escrache descolocó a propios y extraños. Su autor, un atleta al que le falta una pierna, fue Martín Charples, quien tiene un hermano desaparecido.
Mientras despotricaba contra Cassanello, dos personas de seguridad lo detuvieron y trataron de sacarlo. Forcejearon, todos cayeron al piso y a los empujones lograron desalojarlo del lugar, mientras una señora imploraba que "no le peguen".
Las luces, por un instante, se apagaron. Y la música de fondo ganó protagonismo. Enseguida, Cassanello trató de ocultar su incomodidad y aclaró que estaba ahí para "hablar sólo de deporte."
Claudio Morresi, quien también tiene un hermano desaparecido, tuvo que irse de la reunión antes de finalizar. Pero ante la consulta de Clarín, el secretario de Deportes señaló sobre el incidente: "En la vida, cada uno se tiene que hacer cargo de sus actos".
http://www.ole.clarin.com/notas/2008/07/16/polideportivo/01716458.html
jueves, 14 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario