jueves, 28 de agosto de 2008

El presidente del CoA dijo que ignoraba los delitos de lesa humanidad

Con un desconocimiento olímpico

Julio Cassanello fue intendente de Quilmes en la dictadura. Allí funcionaron dos centros de detención y una maternidad clandestinos.

28.08.2008 - Diario Crítica de la Argentina

Por deporte.
Cassanello rodeado por deportistas que viajaron a Beijing, detrás de José Meolans y de Walter Pérez.

“No sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando”, juró por sus nietos Julio Cassanello. Mientras fue intendente de Quilmes, funcionaron dos centros de detención, una maternidad clandestina y desaparecieron al menos dos personas. Francisco Romeo Barreta fue secuestrado algún día de junio de 1980. A Lindolfo Pablo Gómez se lo llevaron el 11 de junio de 1981.Después de denuncias y escraches encabezados por organismos de derechos humanos, el actual presidente del Comité Olímpico Argentino habló por primera vez. “Mi desempeño fue de tono administrativo y vecinal”, se defendió durante un reportaje publicado por un diario local. Cassanello administró el municipio entre 1979 y 1982, mientras Ibérico Saint- Jean gobernaba la provincia.Durante la dictadura, en Quilmes funcionaron los centros clandestinos El Pozo y Puesto Vasco, mientras que en el Hospital Municipal “Isidoro Iriarte” se robaban recién nacidos, bebés de detenidas desaparecidas. Las investigaciones también señalan que en esa localidad fueron secuestradas 370 personas y que en su cementerio, ubicado en Ezpeleta, se enterraron 200 cuerpos como NN.Sin embargo, recién llegado de los Juegos Olímpicos de Pekín, Cassanello aseguró que “al igual que la mayoría de los argentinos en aquel momento, no sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando”. El presidente del COA y juez de la Cámara de Apelación Civil y Comercial de Quilmes salió a defenderse en una entrevista publicada el lunes por el diario El Sol, en la que además señaló que las denuncias sobre su actuación como funcionario de la dictadura “son sin dudas una maniobra política para que renuncie o no me presente a elecciones en el próximo período”. Hace algunas semanas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS, Abuelas y el CELS, entre otros organismos, firmaron una solicitud –que convocó a adherirse a deportistas, periodistas y dirigentes– en la que le exigen al COA que “desplace a este personaje de tenebroso pasado” ya que es “responsable de todo el accionar represivo cometido en Quilmes de 1979 a 1982”.Lejos de esta acusación, Cassanello aseguró que recién tomó conocimiento de los horrores del terrorismo de Estado en democracia. “No solamente lo ignoraba, sino que jamás tuve la más leve insinuación sobre el tema”, dijo el camarista a quien se lo ve en una foto, que circula por internet, en un palco junto a Jorge Rafael Videla y su ministro de Economía, José Martínez de Hoz. “No puede ignorar lo que ocurría. Antes de ser intendente fue presidente de la delegación argentina del Mundial Juvenil de Fútbol que se jugó en Japón en 1979”, indicó Pablo Llonto, el abogado que un mes atrás pidió al Juzgado Federal de Daniel Rafecas que investigue a Cassanello, en el marco de los delitos de lesa humanidad cometidos en la zona dependiente del Primer Cuerpo del Ejército. La presentación fue desestimada.Durante el Mundial juvenil al que hace referencia Llonto, la junta militar creó la campaña “Los argentinos somos derechos humanos” para contrarrestar la visita al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Cassanello y los deportistas fueron traídos por un avión militar que aceleró su llegada para que coincidiera con la conferencia en la que se denunciaron secuestros y desapariciones. “¿Qué lo llevó a aceptar el cargo de intendente en 1979?”, le preguntó el periodista. “Quilmes es mi patria chica”, señaló Cassanello, y agregó que, cuando se enteró de las denuncias sobre los delitos que se cometieron, reflexionó: “Caramba, qué barbaridad. De haber sabido, no me hubiera metido”...

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