jueves, 28 de agosto de 2008

El presidente del CoA dijo que ignoraba los delitos de lesa humanidad

Con un desconocimiento olímpico

Julio Cassanello fue intendente de Quilmes en la dictadura. Allí funcionaron dos centros de detención y una maternidad clandestinos.

28.08.2008 - Diario Crítica de la Argentina

Por deporte.
Cassanello rodeado por deportistas que viajaron a Beijing, detrás de José Meolans y de Walter Pérez.

“No sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando”, juró por sus nietos Julio Cassanello. Mientras fue intendente de Quilmes, funcionaron dos centros de detención, una maternidad clandestina y desaparecieron al menos dos personas. Francisco Romeo Barreta fue secuestrado algún día de junio de 1980. A Lindolfo Pablo Gómez se lo llevaron el 11 de junio de 1981.Después de denuncias y escraches encabezados por organismos de derechos humanos, el actual presidente del Comité Olímpico Argentino habló por primera vez. “Mi desempeño fue de tono administrativo y vecinal”, se defendió durante un reportaje publicado por un diario local. Cassanello administró el municipio entre 1979 y 1982, mientras Ibérico Saint- Jean gobernaba la provincia.Durante la dictadura, en Quilmes funcionaron los centros clandestinos El Pozo y Puesto Vasco, mientras que en el Hospital Municipal “Isidoro Iriarte” se robaban recién nacidos, bebés de detenidas desaparecidas. Las investigaciones también señalan que en esa localidad fueron secuestradas 370 personas y que en su cementerio, ubicado en Ezpeleta, se enterraron 200 cuerpos como NN.Sin embargo, recién llegado de los Juegos Olímpicos de Pekín, Cassanello aseguró que “al igual que la mayoría de los argentinos en aquel momento, no sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando”. El presidente del COA y juez de la Cámara de Apelación Civil y Comercial de Quilmes salió a defenderse en una entrevista publicada el lunes por el diario El Sol, en la que además señaló que las denuncias sobre su actuación como funcionario de la dictadura “son sin dudas una maniobra política para que renuncie o no me presente a elecciones en el próximo período”. Hace algunas semanas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS, Abuelas y el CELS, entre otros organismos, firmaron una solicitud –que convocó a adherirse a deportistas, periodistas y dirigentes– en la que le exigen al COA que “desplace a este personaje de tenebroso pasado” ya que es “responsable de todo el accionar represivo cometido en Quilmes de 1979 a 1982”.Lejos de esta acusación, Cassanello aseguró que recién tomó conocimiento de los horrores del terrorismo de Estado en democracia. “No solamente lo ignoraba, sino que jamás tuve la más leve insinuación sobre el tema”, dijo el camarista a quien se lo ve en una foto, que circula por internet, en un palco junto a Jorge Rafael Videla y su ministro de Economía, José Martínez de Hoz. “No puede ignorar lo que ocurría. Antes de ser intendente fue presidente de la delegación argentina del Mundial Juvenil de Fútbol que se jugó en Japón en 1979”, indicó Pablo Llonto, el abogado que un mes atrás pidió al Juzgado Federal de Daniel Rafecas que investigue a Cassanello, en el marco de los delitos de lesa humanidad cometidos en la zona dependiente del Primer Cuerpo del Ejército. La presentación fue desestimada.Durante el Mundial juvenil al que hace referencia Llonto, la junta militar creó la campaña “Los argentinos somos derechos humanos” para contrarrestar la visita al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Cassanello y los deportistas fueron traídos por un avión militar que aceleró su llegada para que coincidiera con la conferencia en la que se denunciaron secuestros y desapariciones. “¿Qué lo llevó a aceptar el cargo de intendente en 1979?”, le preguntó el periodista. “Quilmes es mi patria chica”, señaló Cassanello, y agregó que, cuando se enteró de las denuncias sobre los delitos que se cometieron, reflexionó: “Caramba, qué barbaridad. De haber sabido, no me hubiera metido”...

http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=10752

Cassanello: "no sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando"

El presidente del Comité Olímpico Argentino rompió el silencio tras varias semanas en las que fue atacado por su pasado como intendente en la dictadura y en una entrevista exclusiva con EL SOL, se defendió de las acusaciones



Sin dudas, en las últimas semanas, el doctor Julio Cassanello, actual presidente del Comité Olímpico Argentino, se ha convertido en uno de los personajes más polémicos de la opinión pública del país. Todo arrancó en la fiesta de despedida de los deportistas nacionales que viajaban a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, cuando Martín Sharples, un supuesto atleta discapacitado (El Comité Paralímpico Argentino –COPAR- envió una nota diciendo que este hombre no está afiliado como atleta paralímpico), le increpó abiertamente su pasado a Cassanello. Y en esta entrevista exclusiva con Diario EL SOL, el titular del COA da su visión del presente que atraviesa.
"Haciendo mi propia autocrítica y con mi particular forma de pensar, tengo absoluta y plena conciencia y tranquilidad de que siempre me comporté con total rectitud en todos y cada acto de mi vida. No hice nada reprochable. De no ser así, no sería hoy juez de Cámara, elegido por el gobierno democrático en 1994; no habrían sido mis cuentas como intendente municipal aprobadas en aquel entonces por el doctor Armendáriz. Esta 'polémica' se basa en el mero hecho de hacérme responsable por haber sido intendente municipal de Quilmes", expresó Cassanello, quien fue jefe comunal de Quilmes entre 1979 y 1982, durante la dictadura militar.El letrado agregó que "hace 26 años que fui intendente y esto ocurre, paradójicamente, a un año de terminar mi mandato como presidente del COA y a consecuencia de un hecho que se produjo en oportunidad de una festividad que llevaba a cabo el Comité. Todo esto ocurre "casualmente" en el año en que se juegan los JJ.OO. Antes de esto era presidente en ocasión de los Juegos Panamericanos y era presidente cuando asistimos al congreso olímpico de Beijing, era presidente cuando hicimos en la Argentina la asamblea de comités olímpicos nacionales… Esto aparece de golpe y sorpresivamente ahora y sin ningún tipo de imputación concreta".


-¿Alguna vez fue citado a declarar por algún tipo de violación a los derechos humanos?
-Jamás recibí ninguna notificación ni fui citado a declarar, ni fui sometido a proceso alguno, en ningún carácter ni bajo ninguna circunstancia, en algún expediente judicial relacionado a derechos humanos. Mis antecedentes personales y mi conducta, han sido, sin que me quepan dudas, motivo de un detallado estudio en 1994, en plena de-mocracia, como necesario paso previo a ser nombrado por el gobierno democrático de esa época como Juez de la Cámara de Apelación Civil y Comercial de Quilmes.


-Pero hay informes que hablan de gente que acudió a usted, como intendente, por casos de secuestros y desapariciones…
-Es absolutamente mentira y lo desmiento categóricamente. En primer lugar, nadie me paraba por la calle; había una oficina en la que se concertaban las entrevistas y yo atendí a todas las personas o la mayoría de los que pidieron entrevistas. Jamás nadie me pidió nada sobre eso.

-Pero usted como intendente, ¿no sabía lo que estaba ocurriendo en el país?
-El que es honesto mentalmente sabe que yo, al igual que la mayoría de los argentinos en aquel momento, no sabíamos absolutamente nada de lo que estaba pasando. Esto se supo años después, en la democracia y era manejado en altísimos niveles, fuera del marco común. ¡Por mis nietos que yo no conocía lo que ocurría! En mi período, según lo que se supo después, estos hechos se habían minimizado a sus máximos alcances. Ahora, si me preguntás de haber sabido qué es lo que estaba pasando, si hubiera aceptado, te digo que no, rotundamente. No solamente lo ignoraba, sino que jamás tuve más leve insinuación sobre el tema. Recuerdo en el Mundial 78 y no me gusta repetirlo porque parece que hago apología cuando no lo es, el presidente (Jorge Videla) levantó los pulgares y lo ovacionaron 100 mil personas. No me jodan. Y te diría que muchísimos funcionarios de hoy lo fueron también en aquel momento. En mi caso, en lo que pasa ahora hay una intencionalidad.

-¿Cuál fue su vinculación con la represión militar?
-No tuve ninguna vinculación, ni de tratamiento ni de relación con las fuerzas armadas. Cuando fui designado intendente, yo como la gran mayoría de los argentinos carecía de todo conocimiento sobre la ocurrencia de hechos estatales violatorios de los derechos humanos; que como fácil les resultará recordar a quienes han alcanzado ya una determinada edad, recién vieron la luz con mucha posterioridad. Además, mi desempeño como intendente municipal fue de tono absolutamente administrativo y vecinal. Y como tal, ajeno y sin participación de ninguna clase respecto del accionar desarrollado por las fuerzas armadas.

-¿Por qué se lo asocia con el Ibérico Saint Jean?
-Muy simple: cuando a mí me designan, el gobernador de la provincia de Buenos Aires era él. A los 6 o 7 meses, con los cambios en el gobierno nacional, Saint Jean fue reemplazado por otro general, Oscar Gallino y poco tiempo después llegó el doctor Jorge Aguado, que era civil, un dirigente agropecuario, que terminó su mandato igual que yo. Es más, yo pude seguir un año más, pero no lo hice porque por primera vez me vino una instrucción de lo que debía hacer: como en un año iba a haber elecciones, había que cesar en cualquier realización pensada para la ciudad. Había que limitarse a administrar. En mi gestión puedo citar obras como los dos bajovías y el centro muni-cipal de salud, hoy el dispensario, dotado de la más alta tecnología; la planta potabilizadora de Bernal, entre otras.

-Sin embargo, hay investigaciones que hablan de 370 desaparecidos en Quilmes en distintos centros clandestinos de detención y más de 200 cuerpos NN en-contrados en el Cementerio de Ezpeleta…
-Esa investigación, como la que se vio en TV estos días, no contradice nada lo que digo, ni me hace tampoco ninguna concreta y puntual imputación personal. Basta con haberla observado para advertir que respondiendo a segundas intenciones sólo se ha buscado desprestigiarme, pues habla de que en Quilmes existieron centros clandesti-nos de detención y que hubo personas que desaparecieron y fueron enterradas en el cementerio local, pero en ningún momento señala que eso ocurrió en mi gestión o que yo tuviera conocimiento de tales circunstancias, que como ya dije, se conocieron en la democracia. Más aún, en el emblemático libro Nunca Más, que puso blanco sobre negro respecto de los hechos aberrantes ocurridos en la dictadura, aparecen infinita cantidad de nombres y situaciones pero ninguna hace mínima mención a mí o a mi gestión.

-¿Qué lo llevó a aceptar el cargo de intendente en 1979?
-Soy vecino de Quilmes de toda la vida, como lo es mi esposa, como lo fue mi padre hasta su deceso y como lo siguen siendo mi madre, mis dos hermanos y uno de mis hijos. Quilmes es mi patria chica; es la ciudad en la que me he criado, en la que hice mis estudios primarios y secundarios, contraje matrimonio y tuve a mis hijos. Me inicié a los 18 años como empleado del Juzgado de Paz, ejercí luego como abogado por espacio de 30 años y tuve incluso, el honor de ser elegido y reeligido por el democrático voto de sus asociados como presidente del Quilmes Atlético Club, Decano del fútbol argentino y del partido y el club de mis amores. Y fue ese sentir quilmeño una de las razones que hizo que aceptase ser intendente municipal, como un desafío de vecino, absolutamente convencido de la gestión a emprender, que desde el inicio contó con el consenso y la irrestricta colaboración de muy conocidos y respetados vecinos en todas las áreas, sacaría a la ciudad del aletargado accionar en el que se encontraba; dan-do paso a la concreción de obras y realizaciones que resultaban necesarias para la ciudad y que eran de ejecución posible, pero que no se hacían.


-¿Esta fue la única razón por la que aceptó el cargo?
-Fue decisiva, aunque también consideré que el gobierno militar que por aquella época conducía el país había anunciado públicamente que la designación de civiles como intendentes (reemplazando a militares) constituía una prueba piloto, que de resultar exitosa, pasaría a ser el primer paso que habría de conducir al ulterior llamado a elec-ciones generales. Así fue como también entendí que además de prestar un servicio a mi ciudad también lo prestaba al país, por considerar que también contribuía a la ace-leración de un proceso que llevaría a la democracia. Creo que ese fue el criterio que tuvieron los 310 civiles designados intendentes en aquella época, incluso algunos de perenne recordación, como quien continuara también siendo luego de varios períodos, ya en la democracia, intendente de Tigre, también por un partido vecinal, como el contador Ricardo Ubieto.

-¿Cumplió su cometido?
-Pienso que sí. En 1991, como candidato a intendente de Quilmes por un partido vecinal, carente por completo de los recursos y las estructuras que poseen los partidos tradi-cionales, pude contar con gran apoyatura de mis convecinos de siempre, que con su voto, hicieron posible que el vecinalismo disputase la intendencia palmo a palmo, ocupando un muy destacado segundo lugar, muy cercano al ganador, que fue el actual ministro de Justicia, el doctor Aníbal Fernández, quien también puede dar fe de mi trayectoria.


-¿Qué es lo que se le imputa entonces?
-El haber sido intendente entre 1979 y 1982. Claro está que a ello se lo busca enmarañar con solicitudes y requerimientos varios, que incluyen una reciente y absurda pre-sentación ante la Justicia Federal para que sea investigada mi gestión municipal de 26 años atrás. No les interesó ni les interesa a quienes la hicieron, carecer de todo con-creto apoyo fáctico y jurídico. Les resulta más que suficiente que el hecho sea difundido, que apareje consecuencias mediáticas y que se haya utilizado, en razón de tal pu-blicidad, por oportunistas de turno que nunca faltan, aún a niveles públicos, que aún totalmente ajenos al tema que motiva el ataque que se me está haciendo, buscan pro-mocionarse a cualquier precio, con total independencia de la dignidad de la persona a la que afecten, como ocurrió en mi caso.


-¿Cree que todo esto le está pasando por ser el presidente del COA, un organismo relacionado con los militares?
-Puede ser. Yo fui 12 años vicepresidente del COA y antes de eso ocupé otros cargos. Ahora hace 3 que soy presidente. ¿Y justo ahora aparecen los cuestionamientos?…


-¿Es una maniobra política?
-No tengas dudas. Son presiones de distinto tipo que están llegando a cualquier extremo tendientes a buscar desprestigiarme con miras a que renuncie a la presidencia del COA o a que no me presente a elecciones en el próximo período.

-¿Y con qué fin le hacen eso?
-Hay ambiciones personales y políticas. No puedo ser puntualmente preciso, pero hay alguien o algo que se está moviendo detrás de esto.


-¿Quién o qué es? ¿O se lo reserva?
-Intuyo quién puede ser, pero me lo reservo.


-¿Quién se beneficia si usted deja de ser presidente del COA?
-No sé exactamente quién, pero hay estamentos o personas que, no tengo dudas, que desean ocupar ese lugar. El COA es apolítico, sin fines de lucro e independiente. Y la única vía para llegar es siendo miembro de una de las federaciones nacionales, ¡y que te voten! Si no, no podés llegar.


-Entonces, esta movida en su contra sale de alguna de las federaciones deportivas…
-Sí, pero con acompañamiento, porque es evidente que también hay un operativo de prensa. No soy tan importante ni es tan importante la cosa como para que haya tenido la repercusión que tuvo. Lo que vi en la TV me pareció absurdo. Es lamentable que un medio armase un programa en base a ninguna imputación concreta. Sólo dicen que fui intendente de la dictadura, que en Quilmes hubo centros clandestinos de detención y desaparecidos, como en todo el país. Fue un revoltijo de cosas. Reitero, jamás fui citado. Y el que tuvo algo que ver con la represión, aunque sea así chiquito, fue procesado y encanado. Nadie me citó nunca y en la democracia aprobaron mis cuentas, evaluaron mis antecedentes y me designaron juez de Cámara.


-Cuándo se enteró lo que pasó en la dictadura, tal como dijo, luego de su mandato como intendente, ¿qué sintió?
-En aquel momento dije "caramba, ¡qué barbaridad!". De haber sabido esto, con seguridad no me hubiera metido, porque evidentemente estaba en el lugar equivocado; jamás hubiera sido intendente.


-¿Qué piensa de los juicios a los que están siendo sometidos los represores Menéndez y Bussi, por ejemplo?
-Voy a ser totalmente objetivo y no opino como abogado que soy, sino como una simple persona, un ciudadano. Yo pido en todo orden de cosas, que quien cometió algún hecho reprochable o aberrante, sea cual fuere, merece ser procesado y que se le aplique la sanción que le corresponde, se llame cómo se llame, y pertenezca al bando que pertenezca. Así de claro.

-¿Se arrepiente de algo de lo que hizo?
-No me arrepiento de ningún hecho que haya hecho en mi vida. Porque nunca hice nada, al menos voluntariamente, reprochable. Pude haberme equivocado. Si me decís, haber aceptado la intendencia analizado hoy, con todo lo que después se supo, no tengas dudas que no hubiera aceptado; y que en análogas situaciones, jamás volvería a aceptarlo. Pero cuando lo hice, en buena fe, por las razones que explicité, no tengo porqué arrepentirme porque no hice nada malo, al contrario, estaba en el convencimien-to de que mi gestión fue positiva. Y tan convencido estoy que estuve muy cerquita de volver a ser intendente en 1991.

-¿Qué piensa del comunicado de la Asociación Judicial Bonaerense, que califica una deshonra que usted integre el Poder Judicial?
-Tiene que ver con todo lo que pasa. ¿Hace 14 años que soy camarista y ahora se dieron cuenta de que había sido intendente? ¿Justo ahora? ¡Caramba! Digo eso, nada más.

-¿Y que el HCD de Quilmes lo designara persona no grata?
-Por la ciudad, lo único que me toca es la opinión de sus habitantes, de sus vecinos, que son los que me llaman todos los días para expresarme su solidaridad. Eso es lo que me interesa. Las gestiones pasan, pero los vecinos somos los mismos de siempre; y nos conocemos y mucho. No hay un vecino que antes me abrazara y que hoy me dé vuelta la cara. E igual que la pregunta anterior, ¿después de 26 años y con todos los intendentes que pasaron, se acuerdan de mí? No sé cuál es el motivo de ser "per-sona no grata".


-Fue una presentación de agrupaciones de Derechos Humanos.
-Yo desconozco porqué fue. Si es por haber sido intendente, ya dije todo lo que tenía que decir. Puede alguien no compartir este criterio. Yo así no lo entiendo pero respeto la opinión de cada uno.

http://www.elsolquilmes.com.ar/noticias.php?n_id=10067&edicion=260

miércoles, 27 de agosto de 2008

“¡Carrera march!” en el Comité Olímpico Argentino

Pedido de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo
Organismos de DD.HH. reclamaron la salida de Julio Casanello, titular de esa entidad. La acusación por su actividad en la última dictadura.

Casanello en un encuentro con un sonriente Cobos.



Organismos de derechos humanos exigieron al Comité Olímpico Argentino (COA) el deslazamiento de su presidente, Julio Casanello, por su actuación durante la última dictadura militar. Por aquel entonces, el actual dirigente se desempeñó como intendente del partido bonaerense de Quilmes y está acusado por la desaparición de dos personas. “Casanello es responsable de todo el accionar represivo cometido en Quilmes de 1979 a 1982, y de la desaparición de Francisco Romero Barreta en junio de 1980 y de Lindolfo Pablo Gómez el 11 de junio de 1981”, señalaron los organismos, de acuerdo a la agencia DyN. El ex intendente preside el COA desde 2005, tras 28 años de gestión del Coronel (R) Antonio Rodríguez. “¡Carrera march!”. La línea militarista que inició el Coronel Antonio (R) Rodríguez en 1977 al frente del COA, tuvo continuidad con la llegada del ex presidente de la Confederación Argentina de Taekwondo tres años atrás. Es que Casanello, iniciada la dictadura militar, fue uno de los 310 intendentes radicales que acompañaron en todo el país el Golpe de 1976.La solicitud para que Casanello abandone su cargo fue realizada por las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.) y el Centro de Estudios Legales y Sociales, entre otras organizaciones. Las agrupaciones recodaron que mientras Casanello era intendente “hubo 370 detenidos-desaparecidos” y “funcionarion varios Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio. También, señalaron, que el Hospital Municipal Isidoro Iriarte de Quilmes funcionó como una Maternidad Clandestina, donde se apropiaron de hijos de detenidas desaparecidas”. Los organimos resaltaron que "la Carta Olímpica Internacional señala que el Olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales universales y agrega que garantizar la dignidad del individuo es un requisito fundamental de las Olimpíadas". "Julio Casanello por su tenebroso pasado, no reúne ninguno de estos requisitos para seguir ejerciendo la presidencia del COA", expresaron. En ese sentido exigieron a la entidad que "desplace a este personaje y a la Justicia que lo investigue por su accionar durante la dictadura".

jueves, 21 de agosto de 2008

viernes, 15 de agosto de 2008

FUERA CASSANELLO DEL COMITÉ OLIMPICO ARGENTINO
Julio Cassanello fue intendente de facto de Quilmes durante la dictadura y hoy es el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA) que encabeza la delegación argentina en Beijing.
Casanello fue intendente de Quilmes desde el 1° de octubre de 1979 hasta fines de 1982, y como tal es responsable de todo el accionar represivo cometido allí, y por tal de la
desaparición de Francisco Romeo Barreta en Junio del 1980 y de Lindolfo Pablo Gómez el 11 de junio de 1981.
En la Intendencia de Quilmes sucedió al Coronel Osvaldo Gally, de quien manifestó el día de su asunción que "es un hombre de bien y por cuyos valores morales es mi obligación destacarlo en mi calidad de vecino". Cabe aclarar que durante el período de la dictadura militar en Quilmes funcionaron varios Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio , entre los que se destacan "El Pozo de Quilmes" y "Puerto Vasco". En este periodo hubo en Quilmes 370 detenidos-desaparecidos. También hay que resaltar que el Hospital Municipal Isidoro Iriarte de Quilmes funcionó como una Maternidad Clandestina, donde se apropiaron de niños de detenidas desaparecidas.En su asunción también lo felicitó y estuvo presente el entonces gobernador de facto Ibérico Saint Jean, quien fuera el que afirmó "Primero mataremos a todos los subversivos luego mataremos a sus colaboradores después a sus simpatizantes enseguida a aquellos que permanecen indiferentes y finalmente mataremos a los tímidos." Por otra parte cabe resaltar que entre sus principios rectores, la Carta Olímpica Internacional señala que "el Olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales universales y agrega que garantizar la dignidad del individuo es un requisito fundamental de las Olimpíadas." Julio Casanello por su tenebroso pasado, no reúne ninguno de estos requisitos para seguir ejerciendo la presidencia del COA. La representación olímpica oficial de los atletas argentinos ante el mundo debe ser ejercida por una persona cuya trayectoria demuestre el respeto por los derechos humanos y democráticos.Por eso exigimos al COA que desplace a este personaje y a la justicia que lo investigue por su accionar durante la dictadura.



ABUELAS DE PLAZA DE MAYO - MADRES DE PLAZA DE MAYO Linea Fundadora- H.I.J.O.S. -Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio - FAMILIARES DE DESAPARECIDOS Y DETENIDOS POR RAZONES POLITICAS - BUENA MEMORIA - CELS

Se reciben adhesiones de Deportistas y Ex deportistas, dirigentes del deporte, periodistas deportivos,organismos de ddhh, organizaciones sociales, culturales, sindicales y políticas a
fueracasanello@gmail.com

jueves, 14 de agosto de 2008

Repudio de Legisladores al titular del COA por sus vínculos con la dictadura

El 19 de Mayo los diputados Juan Cabandié y Patricia Walsh, hijos de padres desaparecidos durante el último gobierno de facto, impulsaron un proyecto para que Juan Cassanello, presidente del Comité Olímpico Argentino, sea destituido de su cargo • Fue girado a la Comisión de Derechos Humanos, que preside el mismo legislador.

Los diputados Juan Cabandié y Patricia Walsh, hijos de padres desaparecidos durante la dictadura militar 1976-1983, impulsaron este lunes una declaración de la Legislatura porteña contra Julio Cassanello, actual titular del Comité Olímpico Argentino y ex funcionario del gobierno de facto.

Cabandié (Frente para la Victoria) y Walsh (Nueva Izquierda) presentaron el proyecto 1011, que fue girado a la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura (que preside el propio Cabandié) y que reclama el alejamiento de Cassanello del COA.

"Vería con agrado que la titularidad del Comité Olímpico Argentino, organismo que representa a los atletas argentinos ante el mundo, no sea ejercida por un ex funcionario de la última dictadura militar", consigna el proyecto.

Cassanello fue intendente del municipio bonaerense de Quilmes entre 1979 y 1982 durante la etapa "aperturista" de la última dictadura militar.

El titular del COA justificó su actuación en diálogo con Télam al afirmar: "Habrá que preguntarle en todo caso a los vecinos de Quilmes para tener una idea clara de lo que hice por la ciudad".

Los vecinos de Quilmes se pronunciaron en 1991 cuando Cassanello se presentó a elecciones en democracia con un sello vecinal y fue derrotado en las urnas por Aníbal Fernández, actual Ministro de Justicia.



VER PROYECTO:

http://proyecto-fuera-casanello.blogspot.com/

Comunicado de la AJB contra Julio Cassanello

Mediante un comunicado, la seccional Quilmes de la AJB (Asociación de Judiciales Bonaerenses de Quilmes) repudió al ex intendente quilmeño Julio Cassanello, relacionándolo con su período al frente de la comuna como un colaborador del gobierno de facto.

Titulado "Julio Cassanello deshonra al Poder Judicial", los empleados cuestionan "la idoneidad moral" del ex jefe comunal para ejercer la función de juez de la Cámara Civil y Comercial de Quilmes.

"En plena vigencia de las instituciones de la República resulta problemático que un ex funcionario de la dictadura genocida ocupe un cargo de juez", dice el comunicado, y señala que "el Poder Judicial pierde honorabilidad sosteniendo en su seno a uno de los colaboradores civiles del último gobierno militar".

http://www.quilmespresente.com/notas.aspx?idn=128622&ffo=20080813

El cruce de dos vidas marcadas por el deporte, la lucha y la represión

El encuentro entre el atleta discapacitado Martín Sharples y el nefasto presidente del Comité Olímpico Argentino, Julio Cassanello terminó con una agresión hacia el deportista. Un pedido de justicia y la reacción de un represor.



Buenos Aires, 12 de agosto de 2008 (Agencia Walsh). Julio Cassanello es el presidente del Comité Olímpico. Durante la última dictadura militar fue intendente de Quilmes entre 1979 y 1982. Martín Sharples, atleta discapacitado y luchador por los derechos humanos, le recriminó su pasado durante un acto oficial y fue golpeado por un grupo de custodios.

"Les pido a los dirigentes de las federaciones que forman parte del Comité Olímpico Argentino que en nombre de los miles de torturados y desaparecidos destituyan del cargo a Cassanello".

En medio del salón, el grito de Martín Sharples se escuchó como sólo pueden hacerlo las palabras pronunciadas para reclamar justicia.

El rostro de Cassanello, de Julio Casanello, el presidente del Comité Olímpico Argentino e intendente del partido bonaerense de Quilmes durante cuatro de los siete años que la dictadura militar gobernó el país, perdió el color.

Sharples llegó a terminar la frase antes de que un grupo de matones especialmente adiestrados se le arrojó encima, lo golpeó y asfixió ante la presencia de periodistas, deportistas y autoridades del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

"Parecía un grupo de tareas (...) Me rodearon cuatro tipos, sin mediar ningún tipo de aviso. Me pegaron, me hicieron un ahorcamiento para callarme y me tiraron a la calle".

Excepto por el final, lo que Sharples vivió hace poco más de una semana en el lujoso edificio de la empresa Telecom, una de las auspiciantes de la delegación que participará en los Juegos de Beijing, se asemeja a la sufrida por miles de víctimas durante el tiempo de la represión militar: ni uno solo de los presentes lo auxilió mientras era arrastrado por ese "grupo de tareas". Ni siquiera el secretario de Deportes, Claudio Morresi, quien en la dictadura sufrió el secuestro y la desaparición de su hermano Marcelo y es un activo militante de los derechos humanos.

"Me llamó y me dijo que no sabía que era tan grave. Se solidarizó conmigo, pero no hubo otra acción directa", dijo Sharples.

A propósito, ¿quién es Sharples? ¿Y quién es Cassanello?

Si hubiera continuado jugando al rugby, seguramente se habría resistido a la acción de los vigiladores privados del Comité Olímpico.

Sin embargo, debió dejar ese deporte en 1993, cuando tras protagonizar un accidente de tránsito sufrió la amputación de la pierna izquierda.

Sharples le plantó pelea a la situación y decidió convertirse en atleta. Participó en competencias gracias a la utilización de una prótesis y fue el primero en completar una maratón de 42 kilómetros en esa condición.

Sin embargo, por falta de respaldo económico debió cambiar de modalidad de competencia y hacerlo en silla de ruedas.

Entre octubre y diciembre del año pasado recorrió a pie y en bicicleta los 2.145 kilómetros de la denominada "Ruta del Che" entre La Higuera, en Bolivia, y Buenos Aires. Lo hizo para reclamar la inclusión social de las personas discapacitadas, reivindicar "la lucha revolucionaria" de las 30.000 personas asesinadas por los militares y para exigir la aparición con vida de Julio López.

"Cómplice de la dictadura", le reprochó Sharples a Cassanello durante la tarde de Telecom. Y más que cómplice, el presidente del COA fue miembro reconocido y referente de la etapa más sangrienta del país.

Entre 1979 y 1982 se desempeñó como intendente de Quilmes bajo la gobernación de Ibérico Saint Jean, aquel dueño de la muerte que cierta vez dijo: "Primero mataremos a los subversivos; después, a sus colaboradores; después, a sus simpatizantes; después, a los que permanezcan indiferentes; y finalmente a los tímidos".

Su gestión exitosa como dirigente del club Quilmes cuando consiguió el título nacional de fútbol en 1978 propició su llegada a la intendencia por elección de los represores militares un año después.

Cassanello, que decía tener un origen político en el radicalismo, permaneció en el poder quilmeño hasta 1982, y enseguida, por su profesión de abogado, se reconvirtió en juez. Nueve años después intentó regresar a la intendencia por la vía democrática, pero fue derrotado por Aníbal Fernández.

Llegó a la dirigencia del Comité Olímpico Argentina como representante de la Confederación de Taekwondo y reemplazó en el cargo al coronel Antonio Rodríguez, otro referente del militarismo que se mantuvo en organismo deportivo durante tres décadas.

"Vine aquí a hablar sólo de deporte", balbuceó Cassanello después de que Sharples fue arrojado a la calle por sus matones.

Su concepción "democrática" parece no haber cambiado.


http://argentina.indymedia.org/news/2008/08/620283.php

Un mal momento para Cassanello

EN LA DESPEDIDA DE LOS ATLETAS
Minutos después de las 13, cuando estaba a punto de iniciarse la ceremonia de despedida de los deportistas argentinos que participarán en los Juegos, todos los que estaban en el amplio auditorio de Telecom clavaron la mirada en el pasillo central. De golpe, apareció un hombre calvo e increpó duramente al presidente del Comité Olímpico Argentino, Julio Cassanello, a quien acusó a los gritos de ser "un cómplice" de la dictadura militar.


Fue un instante de alta tensión. El escrache descolocó a propios y extraños. Su autor, un atleta al que le falta una pierna, fue Martín Charples, quien tiene un hermano desaparecido.


Mientras despotricaba contra Cassanello, dos personas de seguridad lo detuvieron y trataron de sacarlo. Forcejearon, todos cayeron al piso y a los empujones lograron desalojarlo del lugar, mientras una señora imploraba que "no le peguen".


Las luces, por un instante, se apagaron. Y la música de fondo ganó protagonismo. Enseguida, Cassanello trató de ocultar su incomodidad y aclaró que estaba ahí para "hablar sólo de deporte."


Claudio Morresi, quien también tiene un hermano desaparecido, tuvo que irse de la reunión antes de finalizar. Pero ante la consulta de Clarín, el secretario de Deportes señaló sobre el incidente: "En la vida, cada uno se tiene que hacer cargo de sus actos".

http://www.ole.clarin.com/notas/2008/07/16/polideportivo/01716458.html

Se discute a Julio Cassanello por su colaboración con la dictadura

SU EXPOSICIÓN REAVIVÓ LA CONTROVERSIA

En el marco de la participación olímpica argentina, la figura del quilmeño Julio Cassanello volvió a los primeros planos. Actual camarista en lo civil de Quilmes, es además el titular del Comité Olímpico Argentino. Su cargo lo colocó en el lugar de máxima jerarquía de la delegación argentina que compite en Beijing.
Antes de salir de Buenos Aires, el atleta Sharple aprovechó una presentación pública de Cassanello, y ante toda la delegación y los medios de prensa, lo denunció a viva voz como un civil que colaboró con la dictadura militar en tiempos de Videla. Su condición de intendente de Quilmes en aquellos años negros, volvió a la primera plana justo cuando se desarrollan juicios contra los comandantes de aquel entonces.

SE DISCUTE A CASANELLO II
Aquella indefendible experiencia que dejó un saldo de 30 mil desaparecidos, tuvo en Quilmes su buena cuota de horror. El pozo de Quilmes, Puesto Vasco y la larga lista de desaparecidos locales, se completa con los testimonios de los exiliados y detenidos que providencialmente lograron mantenerse con vida. Todo indica que finalmente Julio Cassanello tendrá la oportunidad de dejarle a la Justicia las aclaraciones que considere necesario hacer y echando luz a una situación que la ciudad de Quilmes nunca pudo resolver.
Cabe señalar finalmente que terminada su experiencia en el gobierno local, Cassanello se presentó a elecciones con un partido vecinalista, y sin el voto arrastre de Nación y Provincia, puso al borde del infarto las aspiraciones de Aníbal Fernández, que finalmente resultó electo. Pasado un tiempo, Cassanello ya juez de Cámara, abandona la política y se dedica a su vocación por el deporte.

http://www.perspectivasur.com/noticias/9898.htm

ESCRACHE A CASSANELLO

El ex intendente y presidente del COA fue increpado por un deportista paralímpico

Unos minutos después de las 13, ante la salida de los atletas argentinos rumbo a los juegos olímpicos de Beijing en China, un hombre se acercó hasta el estrado donde estaba Julio Cassanello, presidente del Comité Olímpico y ex intendente quilmeño en la última dictadura, y empezó a insultarlo relacionándolo con el proceso.
En este marco, los deportistas argentinos que participarán en los Juegos, estaban en auditorio de Telecom -Puerto Madero- y clavaron la mirada en el pasillo central de dónde apareció un hombre calvo e increpó duramente al presidente del Comité Olímpico Argentino, a quien acusó a los gritos de ser "un cómplice" de la dictadura militar.
El autor del escrache fue el atleta paralímpico Martín Sharples, quien tiene un hermano desaparecido. Luego, fue sacado por personal de seguridad, aunque seguía a los gritos acusando al ex intendente local y pidiendo a los dirigentes que lo aparten de su cargo.
El atleta, es un militante de los Derechos Humanos, y es maratonista, sufrió la amputación de la pierna izquierda en 1993.
Ante el reclamo, Cassanello se limitó a decir que estaba en el lugar "sólo para hablar de deporte".


http://www.elsolquilmes.com.ar/noticias.php?n_id=8285&edicion=227

miércoles, 13 de agosto de 2008



08/08/2008 00:31
Revista Veintitrés - Nota - Información General - Pág.22
Julio Cassanello, la historia del polémico presidente del COA
Juego sucio



Encabeza la delegación olímpica en Beijing y es juez de Cámara. Pero esconde su pasado como intendente de Quilmes durante la dictadura. Las sospechas sobre presuntos sobreprecios sus lazos políticos con la jerarquía del Proceso y la denuncia de un familiar: "Cuando le fuimos a pedir por los desaparecidos no nos recibió".

POR CARLOS STROKER Y CARLOS ROMERO

No es la primera vez que Julio Ernesto Cassanello se aprovecha del éxito de portivo para codearse con el poder político, sin importar su rostro ni sus exigencias, y también para edulcorar un pasado turbio y plomizo. Lo hizo en plena dictadura por casi tres años, como intendente de facto ungido por la junta Militar en el partido de Quilmes. Y hoy lo hace en democracia, como juez de Cámara y presidiendo el Comité Olímpico Argentino (COA), junto a la delegación de deportistas que ya participa en los juegos de Beijing. Como otros civiles que colaboraron con la dictadura y aceptaron sus condiciones, Cassanello sigue vigente. Se mueve al amparo de un olvido que este artículo, con el testimonio de muchos que no permanecieron impasibles, intenta ayudar a remediar. Parte del pasado de Cassanello fue puesto en discusión el 25 de julio último, cuando una denuncia presentada ante el juez federal Daniel Ra f ecas pidió su inmediata detención. La querella del abogado y periodista Pablo Llonto partió de considerar al ex intendente quilmeño como "autor de los delitos que forman parte del Código actual en el Capítulo `Atentados al Orden Constitucional', y deben ser contemplados como delitos de lesa humanidad, ya que formaron parte del primer paso del plan sistemático del que habla la sentencia (...) en el juicio a las juntas';. Llonto, que con su denuncia quiso evitar que Cassanello dejara el país rumbo a China ante "una posibilidad concreta de obstaculización de la justicia y peligro de fuga", también lo señala como "coautor material y/o intelectual", con "codominio de los hechos delictivos cometidos en el partido de Quilmes". El mismo 25 de julio, Rafecas no hizo lugar al pedido, por el estado prematuro de la causa, que se presentó en conexidad con la del Primer Cuerpo de Ejército. "Se trata de una medida provisional y nada impide que avanzada la causa se pueda tomar una medida restrictiva", explicaron a Veintitrés en el despacho del juez federal. El juzgado tiene terreno donde caminar.
Según el trabajo del Foro por los Derechos Humanos de Quilmes, en esa zona hubo cerca de 370 desaparecidos fruto del accionar de la represión. "La mayoría entre 1976 y 1978, con un impacto especial en trabajadores, delegados gremiales y estudiantes. En el caso de los empleados municipales, tenemos contabilizados tres", explica Hugo Colaone, quien por varios años presidiera el Foro y luego fuese director de Derechos Humanos en la Municipalidad de Quilmes. Para Colaone, "en mayor o menor medida Cassanello fue parte y cómplice de la dictadura, porque ya en ese tiempo se sabía lo que pasaba. Hoy él es un estertor de esa lucha inconclusa en el país, pero que sea el titular del COA es en parte también nuestra culpa. Le dimos gran importancia a la lucha contra los represores, pero quizá no hicimos todo lo necesario en el caso de los cómplices civiles como él".
El 1° de octubre de 1979, Cassanello egresado con el título de abogado de la Universidad de La Plata en 1963 asumió como intendente de facto. El acto fue en el Salón San Martín del Concejo Deliberante, que como era la usanza castrense, había sido oportunamente desactivado. En el acto estuvo presente julio Grondona, presidente.de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). Ese día, Cassanello dijo sobre su antecesor, el coronel retirado Osvaldo Gally, uno de los dos militares que tomaron el Ejecutivo quilmeño: "El intendente saliente es por sobre todas las cosas un hombre de bien y por cuyos valores morales es mi obligación hoy destacarlo en mi calidad de vecino". Su discurso fue saludado por el gobernador provincial, el terrible Ibérico Saint lean.
Su gestión termiríó a fines de 1982, en medio del "desbande" de la dictadura posderrota de Malvinas. Junto a los desmanejos en la administración pública, su mandato estuvo rodeado por la sombra de la represión y los centros clandestinos de detención "El Pozo de Quilmes" y "Puesto Vasco". Allí fueron a parar varios de los detenidos y secuestrados por las fuerzas represoras. Se sospecha que ese fue el destino de Lindolfo Pablo Gómez, un empleado municipal "chupado" en 1981. "Ocurrió en Quilmes Oeste el 11 de junio de aquel año, cuando se dirigía a trabajar a la Capital. Lindol f o había sido un militante peronista que había sufrido la detención en dos oportunidades luego del golpe del '55. Sin embargo, esta vez no volvería con vida. Una señal inequívoca, a pocas horas de su secuestro, signaría su destino: un paquete con la ropa con la que había salido y los documentos de la víctima fue dejado en la puerta de su domicilio. Nunca más se sabría de él." El relato figura en el libro inédito Al Sur de la Utopía, del historiador Jorge Márquez, sobre la vida política quilmeña del '55 al '83. Esa y otras historias tuvieron que esperar a la Política democracia para salir a la luz. Después de que el radical Eduardo Vides ganara las elecciones del '83, el Concejo Deliberante formó una comisión investigadora sobre derechos humanos, encabezada por el presidente del cuerpo, Juan Carlos Colela. Entre otras cosas, se dejó en evidencia la presencia de unas 200 tumbas con restos NN en el cementerio de Quilmes. "Se hicieron excavaciones y aparecieron montones de cadáveres con un tiro en la frente", relata Colela, y agrega: "Cassanello, aunque no consta que haya impulsado acciones, aceptó el juego del gobierno de facto y fue un soldado. La suya es la figura del colaboracionista y la connivencia está en el solo hecho de ser gobierno durante la dictadura". El informe de la comisión incluía denuncias recibidas sobre legajos de empleados municipales que fueron a parar a los "chupaderos". No suena extraño: era una práctica muy usada por el terrorismo de Estado. Ese fue el caso de Omar Suárez, militante montonero y empleado municipal en Quilmes que fue secuestrado a mediados de 1977 y permanece desaparecido. "Mi hermano mayor tenía en ese entonces 33 años. Por dichos de terceros, sabemos que estuvo en 'El Pozo', donde fue torturado", cuenta Nelfa Suárez, quien con Dalmiro, otro de sus hermanos ambos militantes del PRT, estuvie ron detenidos desde 1974 hasta 1983. El resto de su familia también sufrió persecuciones, y ella dio a luz a su hijo Víctor en cautiverio. Su esposo, Víctor Manuel Taboada, permanece desaparecido desde 1974.
"Omar era maestro mayor de obras, estudiaba arquitectura y trabajaba en la Dirección de Calles del municipio. Ya en libertad, supe que las brigadas irrumpían con listas negras en la oficina de personal de la intendencia y pedían los legajos", cuenta Nelfa, que no puede entender cómo Cassanello preside el COA. "Es gravísimo que hoy estos personajes ocupen estos lugares. Este señor tuvo la oportunidad de decir que no, porque como intendente sabía muy bien lo que pasaba en Quilmes. Más allá de que haya tenido una participación directa o indirecta, podría haber elegido no ser cómplice", sostiene. También el Concejo Deliberante formó una segunda comisión para investigar la gestión de los funcionarios del Proceso. Allí, una vez más, se probó como reflejaron las portadas del diario local El Sol que los problemas morales de los gobiernos de facto no se limitaron a los derechos humanos. Entre las muchas irregularidades de la administración Cassanello, los vecinos recuerdan los sobreprecios en el "embellecimiento" de las plazas. "Los valores de las flores eran escandalosos, tanto que después ningún intendente quería meterse con las plazas por la mala imagen que dejó Cassanello", explica Claudio Gentiluomo, que por entonces militaba en el Par tido Intransigente y fue secretario administrativo de esa comisión. Otro tanto sucedió con las licitaciones de empresas. En el caso de Venturino, la firma encargada de recolectar los residuos en el municipio, la investigación permitió que ya en democracia se llegara a la rescisión del contrato, con el aval de la Suprema Corte de justicia y como resultado de las irregularidades detectadas en la gestión de Cassanello. La empresa había ganado el servicio en 1975 y desde entonces la dictadura le había renovado el contrato. "Por ejemplo, había varios decretos de ampliación de servicio que se referían a la misma zona", relata Gentiluomo. Asimismo, el Concejo puso en cuestión el manejo de tierras fiscales por parte del gobierno de facto. En el caso de las parcelas balnearias entregadas a varios clubes, se Política derogaron las ordenanzas, y también se giró a la Fiscalía Nacional de investigaciones material sobre irregularidades cometidas por Coviara (instituto de viviendas de la Armada) en la construcción del barrio Los Quilmes, donde se habría defraudado al Estado nacional. Pero la tarea de la comisión del Concejo Deliberante no tuvo todo el impacto esperado. En las internas del '85, en Quilmes se impuso un sector conservador de la UCR y todo quedó en un eterno stand by. Cassanello, otra vez, pudo exhibir una sonrisa aliviada.

Deporte. En 1977, el ya fallecido presidente de la AFA Alfredo Cantilo le pidió a julio Cassanello que fuera en representación de la entidad al consejo directivo del COA. Allí, en ese año, asumía un militar amigo de la dictadura del general Jorge Videla, el coronel Antonio Rodríguez. Y también asumió Cassanello, uno de los pocos dirigentes del fútbol doméstico que tenía un cierto lazo con el deporte amateur. Era vicepresidente de la Confederación Argentina de Taekwondo, aunque al poco tiempo fue electo titular de una disciplina que nació en Corea. Antes de eso, el ex funcionario de facto también supo presidir al club Quilmes, donde fue elegido en 1974.
Su buena relación con Cantilo le permitió convertirse en el responsable de la delegación argentina que jugó el mundial juvenil de 1979 en Tokio. Ese combinado nacional tenía como entrenador a César Luis Menotti y en el campo de juego a Diego Maradona y Ramón Díaz, entre otros. Aún hoy se recuerda aquel partido final entre Argentina y la Unión Soviética, que el conjunto nacional ganó por 3 a 1. Pero también se recuerda cómo el comentarista José María Muñoz logró gestar una charla telefónica entre Cassanello y Videla por Radio Rivadavia. El dictador dijo: "Veo nuevamente al pueblo argentino volcado ya en las calles al grito de Argentina rememorando al que hace casi un año atrás fuera nuestro campeonato mundial", a lo que desde Japón Cassanello agregó: "Tenemos la convicción de que realmente hemos podido demostrar a través de nuestra estada aquí la forma de ser libre, la forma de pensar, la forma de vivir de toda una juventud argentina, de hoy y de siempre". El diálogo fue consignado en un artículo del periodista Ezequiel Fernández Moores. Cassanello suele comentar que no hay que mezclar deporte y política. Una curiosidad: su época de gloria como mandamás de Quilmes fue 1978, cuando el club obtuvo su único título local. Con el tiempo y los contactos, el hombre siguió su carrera política, pero nunca abandonó la dirigencia. A tal punto que fue una de las pocas autoridades que desde 1977 viajó a todos los juegos Olímpicos. Y en Atlanta '96 fue el jefe de la delegación que viajó a Estados Unidos.
No sólo eso: cuando se des arrollaron los juegos Pan americanos de Mar del Plata, en 1995, fue el encargado de la organización en la villa olímpica montada en las residencias de Chapadmalal.
En una reñida elección, en 2005 logró suceder al coronel retirado Antonio Rodríguez, quien había depositado su humanidad en el sillón presidencial durante 28 años. "Es el hombre ideal para seguir con nuestro proyecto", enfatizó el militar por aquel entonces. Y así llegó Cassanello a Beijing, como el hombre más poderoso del olimpismo argentino.

Más política. Pero antes de la gloria olímpica, en 1991 y tras varias gestiones poco exitosas en Quilmes, Cassanello vio la grieta para intentar volver a ser gobierno. Y casi lo logra: su partido, Acción Comunal, salió segundo, superando a la UCR, pero el rechazo de los militantes por los derechos humanos dio resultado. Un día, toda la ciudad amaneció empapelada con un afiche que lo mostraba junto a Jorge Rafael Videla y José Alfredo Martínez de Hoz en la inauguración en 1980 de la planta potabilizadora General Belgrano, de la entonces obras Sanitarias, en Bernal. "La memoria es el requisito para no volver a equivocarnos", rezaba el afiche.
Finalmente, se impuso el hoy ministro kirchnerista Aníbal Fernández, pero Cassanello logró arrimar a su causa tres bancas de concejal. Y en 1993, luego de trabar una alianza con sectores del duhaldismo quilmeño, con el ex diputado Ángel Abasto a la cabeza, Cassanello llegó a la Sala II de la Cámara de Apelación Civil y Comercial de Quilmes. "Que yo sepa, él no es un gran jurisconsulto, es un abogado común y corriente al que no le veo mayor envergadura intelectual, pero está ahí", ironiza Colela. La Asociación judicial Bonaerense de Quilmes denunció que "el juez Cassanello deshonra al Poder judicial", por ser "cómplice de la dictadura". Algo similar pasó en 1985, cuando el bloque justicialista del Concejo Deliberante propuso nombrarlo "persona no grata". Así y todo, sin importar lo hecho en el pasado ni los repudios del presente, hoy Cassanello se encuentra en China, con todos los beneficios que le otorga el COA. En algún momento tendrá que rendir cuentas sobre su vinculación con la dictadura. Cassanello, como hombre de las leyes, lo sabe: un día será justicia

Informe: Jorge Repiso. Fotos: Horacio Paone N, Pablo Stubrin.

Bussi , el gran simulador

Mientras Julio Ernesto Cassanello, intendente de Quilmes durante la dictadura militar y actual presidente del Comité Olímpico Argentino, está en China para disfrutar de los Juegos Olímpicos, en el país se sigue juzgando a los militares acusados de crímenes de lesa humanidad.
En Tucumán se está desarrollando el juicio contra los ex generales Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Bussi por violaciones a los derechos humanos y que debió interrumpirse porque Bussi alegó un dolor en el pecho durante la audiencia del martes 5 y fue trasladado de urgencia a una clínica privada. El juicio se refiere al secuestro y desaparición del senador provincial Guillermo Vargas Aignasse en 1976, cuando Bussi era gobernador y Menéndez jefe del Tercer Cuerpo de Ejército. Si. no hay más retrasos, a fin de mes se conocerá la sentencia. A la par, el miércoles 6 de agosto, en la provincia de Corrientes, el Tribunal Oral Federal condenó a cadena perpetua al jefe del Regimiento de Infantería 9, el ex coronel Julio Rafael Manuel Barreiro, y a 25 años de prisión al ex coronel Horacio Losito y al ex capitán y presidente de la Sociedad Rural correntina durante los '90 Juan Carlos De Marchi. En tanto que el ex gendarme Raúl Reynoso fue condenado a 18 años de cárcel.
Cuando se dictó la condena, Cecilia Pando, que apoya activamente a los genocidas, amenazó al grito de "te voy a matar con mis propias manos" al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, quien presenciaba la histórica sentencia. Además, entre otros hechos significativos en el tema de derechos humanos a lo largo del año, se condenó a 25 años de prisión al ex jefe del Ejército general Cristino Nicolaides, en lo que fue el primer caso contra militares que terminó en condena luego de las leyes del perdón. Y se detuvo al gobernador bonaerense durante el Proceso Ibérico Saint Jean, junto a su ministro de gobierno Jaime Smart, quien se convirtió en el primer ministro civil detenido por su acción durante los años de plomo. Así, se sentó jurisprudencia y quedó abierta la posibilidad para que se amplíe la lista de civiles presos por crímenes de lesa humanidad.

POR JUAN CABANDIÉ Diputado porteño por el FPV

“se tiene que ir”

Tener como presidente del Comité Olímpico Argentino al señor Julio Cassanello, intendente de Quilmes durante la última dictadura militar, entre los años 1979 y 1982 y que llegó a ocupar aquel cargo mediante el apoyo político del entonces gobernador de facto de la provincia de Buenos Aires, el general Ibérico Saint Jean, es una vergüenza para la Argentina. Tanto es así, que el propio Cassanello evita poner estos datos personales en su perfil, que figura en la página web del Comité Olímpico. Parece que a él también le da vergüenza lo que alguna vez hizo como funcionario del último gobierno de facto.
Cabe recordar que, entre sus principios rectores, la Carta Olímpica Internacional señala que "el Olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en... el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales universales", y agrega que garantizarla dignidad del individuo es un requisito fundamental de las Olimpíadas". Como ex funcionario de la dictadura genocida que asolara nuestro país, Cassanello no reúne los necesarios requisitos de idoneidad. Se tiene que ir. Con todos los avances que se han producido en la consolidación de nuestra democracia desde 1983 hasta esta parte y con el sostenido avance que se viene haciendo en materia de derechos humanos desde el gobierno de Néstor Kirchner y que se mantiene en el actual gobierno de Cristina Kirchner, es que no puede haber cabida para un ex funcionario de la última dictadura militar en un organismo que represente a los atletas. Hay que pensar que con todo lo que nos costó conseguir la democracia, nos merecemos otro representante en el Comité Olímpico, uno que acompañe el sentir del deporte en el marco de un proyecto de país y que refleje el respeto por los derechos humanos y la democracia.

“No puedo estar al frente del COA”

"No soy un atleta paraolímpico, soy un atleta en silla de ruedas, pero también un atleta que lucha para que se sepa la verdad y por eso hice todo lo que hice. Cassanello no puede estar al frente del Comité Olímpico Argentino." El que habla es Martín Sharples; un deportista que tomó notoriedad pública cuando hace unos días, en una conferencia de prensa que se brindó en la empresa Telecom, al presentarse en forma oficial como sponsor de la delegación argentina que participará en los Juegos Olímpicos de Beijing, el deportista denunció al titular del COA. Luego fue sacado por personal de seguridad y a la fuerza del lugar. ¿Esa fue la primera vez que denunció a Cassanello? No, ya lo había hecho en dos oportunidades anteriores. Como deportista esta persona no puede estar al frente del Comité Olímpico porque fue intendente de Quilmes en la dictadura.
¿Pudo cruzarse con Cassanello después del último episodio público? No. Me citaron a los pocos días al Comité Olímpico y yo quería hablar con él y decirle que tenía que renunciar, pero no apareció. Hablé con otros dirigentes y nada más. ¿Qué pasó las otras dos veces que lo denunció públicamente? Una fue en un acto en el Teatro San Martín y otra fue en la marcha que se hizo durante la presentación de la antorcha olímpica. En el recorrido lo busqué y lo denuncié. Y siempre dije lo mismo, no puede ser presidente del Comité por ser cómplice.de la dictadura. También es juez.
No tiene capacidad moral para ser juez de la provincia de Buenos Aires ni de ningún lado.
¿Qué le dijeron en el Comité cuando habló sobre Cassanello? Que no tiene antecedentes penales, pero Cassanello fue funcionario de la dictadura y eso es suficiente. Tendría que blanquear su situación, porque en la página del COA no pone sus antecedentes como intendente de Quilmes.
¿Hasta dónde piensa llegar? Pienso en hacer una huelga de hambre. Veremos qué pasa.

Juan Carlos Colela

Ex presidente del HCD de Quilmes

"Cuando en el '79 se hace el 'mundialito' de fútbol, Cassanello viaja a Japón con un directivo de básquet con el que yo tenía una relación comercial muy estrecha. Cuando vuelven, ese hombre me dice que Cassanello iba a ser el nuevo intendente de Quilmes. En ese tiempo se idiotizó a la gente con el fútbol y se hizo coincidir algunos partidos con la visita de una comisión investigadora sobre los crímenes que estaba cometiendo la dictadura. Yo no veo una injerencia decisoria de Cassanello. Era un aprovechado que los dejaba hacer y se comía las ventajas. Sacaba provecho y miraba para otro lado."

Nelfa Suárez

Ex detenida de Quilmes "Recuerdo que el comentario en Quilmes era cómo podía ser que Cassanello, que era parte de una familia muy conocida en la zona, formara parte dei Proceso y no tuviera conocimiento de todo lo que estaba pasando, que en esa época ya era bien sabido. Pero que ahora sea juez de Cámara y encima haya llegado a presidir el Comité Olímpico Argentino es una terrible barbaridad. ¿Qué estamos premiando como sociedad, la impunidad? Hay que denunciar estas situaciones y luchar por que se acaben. El de Cassanello no es el único caso. Hay que empezar a pelear y a denunciar la impunidad."

Jorge Márquez

Historiador. En septiembre, su libro Al Sur de la Utopía estará en la calle.
Con la misma astucia de la que hizo gala en aquellos días y que le permitió sortearlas internas dé los militares, obtener presupuestos excepcionales y salir prácticamente indemne de su gestión, consiguió burlar su pasado y ser candidato a intendente quilmeño en 1991 y llegar a juez. Su caso, venturoso hasta la fecha, logró separar la historia de la coyuntura: los asesinos con los que se había relacionado, y que lo habían elegido para dirigir nuestros destinos, nunca lo salpicaron. Tampoco sus acciones habían sido nunca difundidas ni observadas jamás.



POR CLAUDIO MORRESI Secretario de Deporte de la Nación

“Que se haga cargo”

Cuando asumí como secretario de Deporte de la Nación decidí que no abandonaría la búsqueda de la verdad y de la justicia. Me preguntaban qué iba a suceder cuando me cruzara con ciertas personas que tuvieron vinculación con la dictadura, y siempre les contesté lo mismo: si tienen las manos manchadas con sangre, hasta el último día de mi vida lucharé para que cumplan en prisión su condena, la que determine la Justicia. En cuanto a los que colaboraron y fueron funcionarios en ese período como en el caso de Julio Cassanello, presidente del Comité Olímpico Argentino y tienen una representación dada legítimamente por las federaciones deportivas, me tocará trabajar junto a ellos, únicamente, en lo referente al desarrollo del deporte en mi país.
Al igual que comenté al finalizar aquel acto en el cual Sharples denunció a Cassanello, repito que en la vida uno se tiene que hacer cargo de sus actos y siempre rendir cuenta por ellos. No voy a juzgar la actitud de Sharples, es más, me solidaricé con él al enterarme que cuando lo retiraban del lugar recibió algún golpe. La Argentina avanza en la búsqueda de justicia y es hora de que todas nuestras instituciones sean representadas por hombres y mujeres comprometidos con este tiempo. Finalmente, al enterarme que hubo escarches anteriores y que por esa circunstancia la presencia en actos públicos del presidente del COA estaba muy restringida, me llamó la atención que no estuviésemos prevenidos los invitados ni el dueño de casa, quien representa un salto de calidad para el deporte de representación nacional con su aporte desde el empresariado privado.



“nunca me atendió”

Fermín Jeanneret tenía 68 años cuando lo secuestraron.
Era la noche del 6 de abril de 1977 y dormía en su casa de Quilmes Oeste hasta que un grupo de hombres lo sacó a la fuerza. Había sido un obrero peronista y en su familia se hablaba de política. Gestionó la sesión de un terreno para homenajear a los fusilados de José León Suárez y cuenta su hija Elda (foto) que, "una vez jubilado, puso un quiosco con metegol en el barrio". Allí también hablaba con los jóvenes de política. Elda comenzó a buscarlo desde el primer día que desapareció. Reclamó en guarniciones militares, pasó por el Ministerio del Interior, por comisarías, por el Departamento Central de Policía y hasta viajó a países limítrofes para ampliar la búsqueda. Presentó un pedido de habeas corpus ante un juez y en medio de su peregrinaje acudió a la intendencia de Quilmes "en varias ocasiones" hasta entrada la democracia. "Recuerdo haber ido a pedir ante Cassanello tres veces. Me atendían sus secretarios, que me escuchaban, tomaban notas y salían a transmitirle mis pedidos. Yo buscaba a mi padre pero además tenía problemas económicos por la falta de trabajo que padecían algunos miembros de mi familia. Supongo que esto ocurría por portación de apellido. Cassanello nunca me atendió en esos tres años. Siempre se excusó diciendo que estaba muy ocupado como para atenderme. Vi que iba a ser imposible y dejé de buscarlo", dijo.
Elda pudo sepultar a Fermín 29 años después. El Equipo de Antropología Forense dio con los restos en una fosa común del cementerio de Lomas de Zamora.